Intolerancia a la fructosa
En este post hablaremos sobre la intolerancia a la fructosa, que es la fructosa y cuales son los alimentos que podemos consumir y cuales no.
Lo primero que tenemos que conocer es que es la fructosa. La fructosa es un hidrato de carbono, que se encuentra en la sacarosa. Esta es una molécula que está compuesta por fructosa y glucosa, que al llegar al intestino hace que no se absorba de manera adecuada, por lo que nos puede causar esos síntomas tan incómodos que padecemos.
La fructosa, sobre todo, se encuentra en en la fruta, aunque también nos lo podemos encontrar en otros alimentos como es el caso de los vegetales, legumbres, embutidos,…
Hay que diferenciar entre mala absorción e intolerancia a la fructosa:
- Mala absorción (que es una alteración del intestino, el cuál no deja asimilar bien esta molécula).
- Intolerancia hereditaria de la fructosa (el cuál no deja absorver la fructosa debido a que carece de la enzima fructosa-1-fosfato-aldolasa).
Cuando se padece la primera alteración, se puede consumir alimentos que contengan este hidrato de carbono pero en cantidades pequeñas, mientras que si padeces la segunda alteración, la dieta que debes de llevar es una alimentación libre de fructosa.
La prueba que nos deben de realizar para determinar estas alteraciones se llama test de aire espirado con fructosa. Este test consiste en medir las cantidades de hidrógeno, metano y anhídrido carbónico que genera nuestro aliento tras la administración de una cantidad de sacarosa controlada.
Ahora mostraremos una tabla donde nos indican los alimentos que podemos tomar y los que no están permitidos:
Permitidos | No permitidos | |
Azúcares, edulcorantes y dulces | Jarabe de glucosa, glucosa, maltosa, maltodextrina, aspartamo, sacarina, acelsufame K y ciclamato | Fructosa, sacarosa, sorbitol, dulces, caramelos, chocolate, chicles,… |
Frutas y frutos | Aguacate, pepitas de calabaza o girasol, aceitunas, coco, lima y limón | Todas las demás, incluyendo también el tomate |
Verduras y hortalizas | Acelga, brécol, espinacas, patatas, champiñones, escarola, endivias, apio, berros, berza, col, coliflor, lechuga y pepino | Todas las demás |
Legumbres | Lentejas, garbanzos, alubias y guisantes | Todas las demás |
Cereales y derivados | Harina y sémola de trigo, avena, maíz, centeno, fécula de patata, arroz, pan blanco, pasta. | Cereales o harinas integrales y la harina de soja |
Carnes, pescados y huevos | Todos los frescos. | Los congelados que contengan fructosa, sacarosa o sorbitol |
Leche y derivados | Leche, leche en polvo sin fructosa, nata natural, quesos curados y frescos y yogur natural. | Bebida de soja, leche condensada, yogur de frutas o azucarados, bebida de soja. |
Aceites y grasas | Aceites vegetales, mantequilla y margarina. | Aderezos o salsas comerciales |
Bebidas | Agua natural, infusiones (manzanilla, tila, menta), cacao y café | Bebidas que contengan fructosa, sacarosa, sorbitol |
Condimentos y salsas | Especias, hierbas aromáticas, mostaza, sal, vinagre y levadura. | Aliños comerciales. |
Hay que tener en cuenta, que todos estos alimentos contienen una parte de fructosa, aunque es pequeña nos puede dañar el intestino.
Es mejor y además convenientes, comer en pequeñas cantidades y más veces, es decir, en vez de realizar desayuno, comida y cena, podríamos hacer desayuno, almuerzo, comida, merienda, cena y antes de acostarnos, de esta manera nuestro metabolismo funcionará mejor y nuestra salud nos lo agradecerá.
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